La avalancha de barro y residuos mineros que a principios de noviembre arrasó con un pueblo y destruyó el río Doce en Minas Gerais es considerada como la mayor catástrofe ambiental de Brasil.
Esta semana, el gobierno de Dilma Rousseff introducirá una demanda por más de US$5.000 millones contra las empresas Vale y BHP, responsables del rompimiento del dique de residuos.
Millones de personas se han visto afectadas y toneladas de peces han muerto por la contaminación del río cuyos niveles fueron considerados como tóxicos por Naciones Unidas.
Se trata de una tragedia sin precedentes que el fotógrafo brasileño Leonardo Merçon deja plasmada en las siguientes imágenes.