Para los vecinos de Zamora, Michoacán, occidente de México, era natural ver pasar al grupo de soldados y policías rumbo al pueblo vecino de Jacona. El estado es una de las trincheras de la guerra contra el narcotráfico. Pero esta vez el objetivo de las fuerzas armadas no era el jefe de una banda de delincuentes, sino la “liberación” de un orfanato, el famoso La Gran Familia, de Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, la popular “Mamá Rosa”, quien ha dedicado su vida a recoger niños huérfanos y abandonados.
Como resultado de la sorpresiva operación policial en el albergue, la Procuraduría General de la República (PGR) anunció el rescate de 596 personas, de ellas 492 niños, que según las autoridades eran víctimas de maltrato y vivían en condiciones insalubres.
La PGR explicó que actuó movida por varias denuncias, entre ellas las de una mujer que estuvo en el albergue y al cumplir los 18 años asegura que no la dejaron ir y que la mantuvieron en contra de su voluntad por 13 años más.
Los menores «eran obligados a pedir dinero en casas y calles, ser alimentados con comida en mal estado, dormir en el suelo entre plagas, ser blanco de abusos sexuales y la prohibición de abandonar las instalaciones», explicó en rueda de prensa el subprocurador Rodrigo Archundia.
Lo que sucedía dentro de los muros de La Gran Familia siempre fue motivo de rumores, especulaciones y hasta acusaciones por parte de organizaciones no gubernamentales, tan intensos como las alabanzas que ha generado el trabajo de Verduzco en favor de los niños vulnerables y el respaldo que la mujer ha concitado entre líderes políticos, empresariales e intelectuales.
Ahora Verduzco y nueve de sus colaboradores están acusados de secuestro, maltrato infantil y abusos sexuales, en lo que algunos ven en el caso el fin de una larga cadena de maltrato a niños vulnerables y que para otros es un exceso de las autoridades que afecta una vida dedica al altruismo.
Historia precoz
Según ha dicho la propia fundadora del albergue en diferentes ocasiones, la empresa nació en 1947, cuando ella misma, entonces de 13 años, tomó bajo su protección a un niño abandonado en el seminario de Zamora, un pueblo que por aquellos días estaba dedicado a la siembra de fresas y cría de ganado.
Al principio su familia, muy adinerada, no estuvo de acuerdo en que cuidara al menor, ni a los otros seis niños que llegaron después, según el relato de Mamá Rosa, pero luego, aceptaron su nueva tarea y le regalaron una casa, que fue el inicio del albergue.
En 1961 ya vivían con ella 40 niños, algunos abandonados por sus padres y otros huérfanos. Ahí fue cuando compró el terreno de 8.000 metros cuadrados que se convirtió en la actual sede de La Gran Familia, como bautizó a su orfanato.
Como muchos otros albergues, el de Mamá Rosa sobrevivía con su sueldo de maestra, donaciones de sus vecinos y lo que conseguían los niños que vendían periódico, dulces o trabajaban en algunos negocios locales.
Al paso de los años aumentó el número de pequeños en el orfanato y también el tamaño de las instalaciones. Primero establecieron una escuela primaria, luego un agricultor les regaló 28 hectáreas de un terreno cultivable donde sembraron fresas y papa. Además empezaron a criar ganado que les proveyó de leche y queso para vender.
Los niños aprendieron varios oficios, y muchos consiguieron graduarse de la universidad de Guanajuato, con la que la organización tiene suscrito un convenio educativo.
Pronto el albergue empezó a recibir ayuda no sólo de empresarios y asociaciones civiles y religiosas, sino de alcaldes, diputados y candidatos a gobernar Michoacán.
Muchos de ellos, cuando estaban en afanes de campaña o promoción, pasaban por el lugar para una oportuna foto con la mujer a quienes muchos consideran una benefactora de los más pobres.
Adopciones polémicas
La fama de La Gran Familia aumentó con los años, no sólo por el trabajo altruista de Verduzco sino también por las denuncias de abusos dentro del orfanato que empezaban a circular.
Mamá Rosa reconoció en más de una entrevista que cuidar de niños abandonados no es un juego, y por eso cuando alguna madre o familia le pedía ayuda porque no podían cuidar a sus hijos les exigía que cedieran la custodia legal de los menores.
Esta práctica salvó la vida de muchos niños, en algunos casos representó la separación de sus padres a quienes sólo se les permitía ver a sus hijos dos o tres veces por año y siempre bajo la vigilancia de colaboradores de Verduzco.
«No se les permitía a los padres ver a sus hijos, eran arrebatados por medio de un notario», aseguró este martes a la prensa local, María Ampudia, directora de la organización civil Quien Habla por Mí que ha denunciado el maltrato dentro del albergue.
También se ha cuestionado la costumbre de registrar como propios a los niños menores de un año que le entregaban a Mamá Rosa, incluso los que según la PGR nacían dentro del albergue. Así, al paso de los años La Jefa, como también le dicen a Verduzco, llegó a contar a 600 menores como hijos suyos.
Los denunciantes aseguran que una vez dentro del albergue los niños no podían abandonarlo, a veces ni siquiera cuando alcanzaban la mayoría de edad. Algunos incluso contaron historias de golpes y maltrato no solo de Verduzco sino de sus colaboradores.
Pero también se conocen testimonios de adolescentes que escaparon de adicciones y delincuencia gracias a los talleres de artes y la educación que encontraron en el albergue.
Ese debate sobre la función del albergue, está ilustrado en un video colocado en YouTube, donde aparece un reportaje de Televisa realizado hace varios años donde muestra a la orquesta de La Gran Familia.
«Gracias a ti salí adelante», dice un comentario debajo del video. Pero enseguida una mujer, aparentemente una de las menores de Mamá Rosa, contesta: «Nada es verdad, yo estuve ahí. Es muy mal trato, lo peor que me pudo pasar».
En defensa de Mamá Rosa
Cuentan que en Zamora para disciplinar a los niños, algunos padres les dicen a sus hijos que “si te portas mal te llevo con Mamá Rosa”.
Sin embargo, esta acción de la PGR, en la que algunos ven la posibilidad de que se haga justicia para los denunciantes y el fin de una larga historia de maltrato contra niños vulnerables, es vista por algunos como un exceso de las autoridades.
«Inadmisible el acoso del gobierno a Rosa Verduzco en Michoacán. Una vida dedicada a recoger huérfanos. Vendrá una protesta internacional», señaló el escritor Enrique Krauze en su red social de Twitter horas antes del anuncio de la PGR.
Luego, Kraus insistió en la defensa de Mamá Rosa con el envió de otro mensaje: «Rosa Verduzco en 60 años ha adoptado miles de niños. Caso único en la historia mexicana. Pido al gobierno respeto a su vida y apego a la ley».