Mientras más pobladores, principalmente del campo, se suman a la toma del Palacio Municipal de la provincia de Ayabaca en la región Piura, la calma se mantiene y exigen una Comisión de Alto Nivel para que inicie un proceso de diálogo, así como de la presencia de Contraloría General de la República de Lima y de la Fiscalía. Muchos se pronuncian pero no quieren aparecer como voceros dando cuenta de esta medida, simplemente señalan que es el pueblo que ha tomado tal decisión, ante las presuntas irregularidades que se estarían presentando.
Fuentes de esa provincia nos informan que son alrededor de 500 personas que están en el frontis del local municipal. Pero no sólo son ronderos, sino también miembros del Comité de Fiscalización, Construcción Civil y de la sociedad civil ayabaquina. También están participando simpatizantes del movimiento Fuerza Regional y se anuncia que Unión Democrática del Norte también se estaría uniendo en las próximas horas.
De los ronderos y comuneros, están presentes no sólo del ámbito urbano sino también de Cuchayo, Suyupampa, Yanta, Tapal y Samanga.
La toma de la sede municipal se realizó al promediar las 3.00 a.m. con la clausura de las puertas y ventanas del Palacio Municipal y otros locales como el coliseo cerrado y camal municipal, donde funcionan oficinas del gobierno local. Efectivos policiales mantienen el orden y hasta el momento no se han presentado actos violentos. Se informa además que, desde la División Policial de Sullana y de la Dirección Territorial Policial de Piura, en las próximas horas estarán llegando refuerzos para mantener el orden.
¿Qué exigen?
Los pobladores manifiestan que al interior de la Municipalidad Provincial se estarían cometiendo presuntas irregularidades, como sobrevaloración de obras, malversación de fondos y nepotismo. Actos que anteriormente han sido denunciados, pero que la Fiscalía Provincial no se preocupó en realizar una investigación exhaustiva.
Lo que ahora exigen es que intervenga la Oficina de Contraloría de Lima y el Ministerio Público para que realicen una investigación al detalle en las oficinas de la Municipalidad de Ayabaca. Indicaron que paralelamente esperan una Comisión de Alto Nivel, para que inicie un proceso de diálogo y mantener la calma en la ciudad andina.
Tratamos de comunicarnos con el alcalde Humberto Marchena o alguno de sus funcionarios, pero fue imposible ubicarlos. La situación es tensa, pero la calma impera con el apoyo no sólo de la Policía Nacional, sino también de las rondas que con látigo en mano han tomado esta decisión.