En los próximos 30 años Piura perdería un tercio de sus páramos andinos y el caudal de la cuenca del Quiroz se vería afectado en un 15%. Esta alerta debe llamar la atención de la ciudadanía y de los organismos públicos y privados para tomar acciones y evitar la destrucción de nuestras áreas generadoras de agua.
Jorge Recharte, especialista del Instituto de Montaña, indicó que Piura tiene 60 mil hectáreas de páramo que aún no han sido alteradas, y que es necesario que se mantengan intactas para su conservación.
“60 mil hectáreas, de Piura, (Ayavaca y Huancabamba) estamos hablando del páramo en estado que se puede llamar prístino, en una condición todavía no transformada. Hay muchas más áreas mucho más abajo que están pastoreadas, ya alteradas”, indicó.
De acuerdo a las investigaciones realizadas, Jorge Recharte, indicó que de no tomarse acciones para controlar que más zonas de los páramos sean deforestadas con fines agrícolas o de ganadería, “entonces en 30 años, estamos hablando de un tercio (que se perdería), si sigue igual, si sigue la misma tendencia de cambio de deforestación de los bosques nublados en el pie del páramo, mas subida de la ganadería, quemas, y encima también se suma lo que podría afectar el cambio climático, pero eso es muy incierto, no se sabe si va a llover más, menos”.
Añadió que los efectos se verían también en la reducción de los caudales de las cuencas de agua, “el páramo es muy importante para la producción del agua en la cuenca del Quiroz, entonces si se pierde esa función del ecosistema en esa proporción, más o menos cerca del 30%, se estima que va a afectar el 15% del caudal del río Quiroz”.
Ante esta situación, indicó que desde el Instituto de Montaña se vienen trabajando acciones con las comunidades que tienen el compromiso de conservar los páramos, no subiendo más a los páramos, y más bien desarrollando otras actividades en las partes bajas, como producción de leche, queso y yogurt, cultivos de truchas y también el uso y manejo de plantas medicinales.