En la cara lunar que siempre mira hacia la Tierra, se ve una gran mancha oscura en la que algunos creen ver un rostro o la figura de un hombre.
Los científicos lo llaman el Océano de las Tormentas, y creían que se había formado por el impacto masivo de asteroides.
Pero tras analizar y medir la fuerza gravitatoria lunar, descubrieron que en verdad la enorme cuenca rectangular escondida bajo la superficie es producto de las fuerzas internas de la Luna.
La formación descubierta mide más de 2.500 kilómetros de largo y fue revelada tras medir las diferencias que existen en los campos gravitacionales del satélite natural de la Tierra.
Los hallazgos, publicados en la revista científica Nature, sugieren que las interconexiones de antiguos valles fueron sepultadas por la actividad volcánica en la Luna hace unos 3.000 millones de años.
Un periodista de la BBC informó que la muy tenue formación se puede ubicar a simple vista si el observador sabe dónde mirar.