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Conocimiento etnoclimatico de agricultores de la sierra y pescadores de Piura para tomar decisiones de siembra o captura

PorFidel Torres Guevara

Oct 8, 2015

RESUMEN

Este estudio realizado entre 2006-2010 y 2014-15, encuentra indicios importantes de la validez de los indicadores usados por agricultores de la Sierra de Piura entre los 1,500 y 2,500 msnm donde se verifica la mayor diversidad de oferta ambiental. Los momentos de inicio de la floración o abundancia de la fructificación de la vegetación nativa silvestre, son usados para proyectar con al menos tres meses de anticipación (setiembre-octubre)

la posibilidad de presencia o ausencia de lluvias partir de enero-febrero de cada año. Especies notables indicadoras de lluvias favorables son el “guabo” (Inga densiflora), “mora” (Rubus sp), “lúcumo” (Pouteria ovobata), “arrayán” (Eugenia myrobalana) “lanche” (Myrcianthes rhopaloides). De otra parte, indicadores abióticos como las variaciones de posición y/o visibilidad de los astros; tiene un caso en el “río Jordán” (vía Láctea) que de tener gran brillo del a partir de octubre indica año de lluvias escasas o el aumento del caudal de los manantiales a partir de agosto-septiembre ocurrencia de lluvias favorables para la campaña agrícola.

En el litoral de Piura se desarrolla una intensa actividad de pesca artesanal fuertemente influenciada por las temperaturas del mar que es expresión de las corrientes marinas aguas frías de sur a norte (Corriente de Humboldt) activada por el anticiclón del Pacifico Sur desde junio a setiembre y la corriente de aguas cálidas de norte a sur (Corriente del Niño) desde diciembre a marzo. La observación y sensación directa de la temperatura del mar, dirección e intensidad de vientos y de las corrientes marinas influyen en la presencia y captura de especies según las condiciones del mar determinadas por dichas variables; por lo que son motivo de atenta observación de los pescadores para tomar las decisiones pertinentes de la actividad de captura que deben hacer y les permite proyectar cómo serán sus condiciones de pesca de una estación a otras, especialmente de invierno hacia el verano. Especies adaptadas a aguas frías como la “cachema” (Cynoscion analis) y otras adaptadas a aguas cálidas como el “perico” (Coryphaena hippurus), representan indicadores biológicos principales de la temperatura marina y por ser este el cuerpo regulador del clima del continente, resulta fundamental la comparación entre los conocimientos etnoclimáticos de los agricultores de los andes y los pescadores del litoral de Piura.

Por el carácter especializado de este tipo de conocimiento, la muestra del registro no puede tomarse del universo ni al azar de poblaciones de las Comunidades Campesinas o de las caletas de sino de la identificación inicial de expertos locales de este tipo de saber en cada espacio. Se identificaron 35 conocedores en la Sierra y 40 en el litoral. Según los indicadores registrados, por los agricultores andinos de Piura el próximo periodo lluvioso será copioso (intenso y con plagas) para el 47% ocurrirá un evento NIÑO para el 18% y pero no de la magnitud un NIÑO similar al de 1997-98; mientras que para el 61% de los pescadores según sus indicadores no ocurrirá un evento EL NIÑO por el estado frío de las aguas en al termino del mes de agosto. Proyecciones que se explican con los registros de la actividad del anticiclón del Pacífico Sur realizados por las instituciones especializadas en el monitoreo del ENSO.

Palabras clave:

Etnoclimatología, indicadores biótiocos, predicción, adaptación, clima.

1. INTRODUCCIÓN

Sólo con mejores conocimientos se puede controlar o mitigar riesgos y amenazas, para una toma pertinente y acertada de decisiones, el ejercicio pleno de la ciudadanía requiere de una cultura científica que integra aquel conocimiento tradicional con el científico que tienen capacidad para resolver problemas concretos. La comunicación eficiente del saber para decidir, requiere de dos interlocutores preparados para ella. Si hay un emisor que domina un tema y un receptor que lo desconoce, el mensaje no puede ser recibido. En los tiempos modernos, sin la comunicación social de la ciencia no es posible emprender acciones de participación viables ni eficaces. El conocimiento por sí mismo no promueve la conciencia ambiental, sino a través de las experiencias personales y la confianza en las fuentes. Actualmente se considera que la formación pública en asuntos de ciencia y tecnología y sus implicancias sociales es fundamental para la participación ciudadana en las decisiones de su desarrollo (Gómez, F. 20081 y Toboso, M. 20082). El pensamiento científico tiene que enseñarse, como un método de comprensión; lo que significa una tarea que no es fácil ni natural, pero tampoco lo ha sido el pensamiento democrático que aún estamos aprendiendo (Achenbach, J. 2015)3.

La lección aprendida a la fecha, ocurra o no un NIÑO de alta intensidad, Piura siempre deberá estar alerta y no planificar o ejecutar acciones como si nunca fuese a llover. Por el alto nivel de incertidumbre que ha demostrado este evento climático, tiene la característica de una amenaza sísmica que tampoco es predecible. Ello, conmina a las poblaciones a prepararse permanentemente para el momento de la ocurrencia de lo no deseado y resistir con el menor daño posible sus efectos. Si lo único constante es la permanente amenaza, la única reacción es la permanente preparación. Cualquier reacción que intente corregir la negligencia, será parcial y débil. En este año hemos aprendido, que ya se cuenta con las condiciones básicas para que el ciudadano pueda darse una idea lo suficientemente sólida para entender los principios básicos y la información necesaria para comprender la dimensión del PROCESO de formación de un evento EL NIÑO. Los medios de información disponibles de los centros de investigación y monitoreo de clima ya ponen a disposición información para la toma de decisiones, ahora se inicia un nuevo momento en que la inversión que cualquier ciudadano desea proteger o potenciar a la escala que sea grande o pequeña, puede afrontar la decisión con herramientas de conocimiento que le puedan permitir ESTIMAR el nivel de probabilidad de ocurrencia y magnitud de su intensidad, para calibrar mejor sus decisiones y comparar el conocimiento que pueden adquirir con la información que ofrecen las entidades especializadas.

Bajo las condiciones de cambio climático y los riesgos asociados a este fenómeno, la sociedad civil no cuenta con canales regulares de participación en el manejo del riesgo, especialmente aquellas poblaciones poseedoras de un saber tradicional relacionado con la observación de indicadores de eventos extremos como el Fenómeno El Niño (ENOS). Actualmente se cuenta con dos fuentes de información climática; una oficial y moderna en el Servicio nacional de meteorología e hidrología (Senamhi) y otra, basada en el saber tradicional de las comunidades campesinas, etnias amazónicas y algunos grupos de agricultores costeños y pescadores, fundamentado en la observación de indicadores biológicos, atmosféricos y astronómicos. (J. Gonzáles y M. Aparicio; 2009); que constituye un sistema propio de seguimiento del clima que les permite prever si el año será lluvioso o deficitario (“Seco”)( Mendoza, Y. 2009). Los sistemas de información participativos, registro instrumental científico, identificación de bioindicadores y sistemas de alerta temprana son elementos con los que se debe construir un proceso de adaptación al cambio climático.

La interpretación del clima a través de indicadores biológicos y ambientales abióticos (astros y entorno cercano) ha tenido y tiene gran importancia en las sociedades agrarias andinas por representar el conocimiento con el que los agricultores toman decisiones de planificación de su actividad agropecuaria al inicio de cada campaña anual y que determinará su economía, por lo que son decisiones con las que controlan el riesgo (Calverías, 2004; ITDG, 2009).

La variabilidad de los agroecosistemas andinos y la transmisión oral de las experiencias hacen de este conocimiento un sistema heterogéneo que sin embargo; registra patrones comunes en personas observadoras de talento y experiencia reconocidas por las comunidades a las que pertenecen y que a través de ellas es que persiste y se usa. En las cuencas andinas de Piura, existe un conocimiento interpretativo de las variaciones de algunos factores ambientales para decidir sobre las opciones naturales y tecnológicas frente a los cambios en la ocurrencia de lluvias que activan sus sistemas productivos; en su continua adaptación a los cambios del clima.

Las personas dedicadas a la navegación y a la pesca en las costas o en alta mar se desempeñan bajo las condiciones de alta incertidumbre que representa el mar. Para hacer frente a esta situación los pescadores han ido acumulando a lo largo del tiempo un conocimiento empírico sobre el clima que les ha permitido vivir y procurarse un medio de subsistencia. Este conocimiento –que se ha transmitido de diversas maneras, ya sean orales, como de actitudes y comportamientos–, forma parte de su saber etnoclimático. La pesca artesanal tradicional ha utilizado y perfeccionado unos conocimientos etnoclimáticos de base fenomenológica: las percepciones corporales de los fenómenos naturales a través de los sentidos. Esto les ha permitido conocer las corrientes marinas por el color de la superficie del mar o la proximidad de los bancos de pescado por el olor, anticipar cambios de vientos, proximidad de lluvias o tormentas, etc. Estos conocimientos deben enfrentarse a una nueva situación de nuevos desafíos ambientales para gestionar sus recursos y asegurar su continuidad.

Los saberes populares sobre el clima son la manifestación de una relación íntima entre las sociedades y el medio ambiente, especialmente debido a que el clima tiene en el mar y sus corrientes marinas uno de los factores más importantes de influencia. Y es que las sociedades que viven y se reproducen materialmente de los recursos marinos han acumulado conocimientos que les permite tener una lectura de la dinámica del mar para adaptarse a los cambios trascendentes como los que ha puesto en marcha el acelerado calentamiento global por acción antrópica, lo que significa que pueden ser considerados como gestores de nuevo conocimiento que aporte al científico-tecnológico en la gestión de riesgo que conlleva el cambio climático (Carbonell Camós, E. 2010).

Los presupuestos para emprender la valoración del conocimiento etnoclimático de estas sociedades rurales de las montañas y del litoral sobre el cual toman decisiones clave de su reproducción material, se basa en tres cuestiones: 1) ¿Las familias rurales de la agricultura y la pesca planifican sus vidas? 2) ¿Las familias agrícolas y pescadoras interpretan el ambiente en el que crecen sus cultivos o las especies que capturan? 3) ¿Las familias agrícolas o pescadoras recurren a la información técnica-científica meteorológica o climatológica disponible de manera electrónica generada por las instituciones de investigación del clima?

Este estudio tiene como objetivo iniciar un proceso sostenido de ordenamiento y sistematización cualitativa y cuantitativa del conocimiento etnoclimatológico existente en las sociedades agrarias de la Sierra y pescadoras del litoral de Piura sobre el que toman decisiones productivas como sistema de predicción o alerta temprana de las condiciones de precipitación con cuatro meses de anticipación al inicio del periodo lluvioso enero-febrero del que depende la campaña agrícola principal.

2. METODOLOGÍA

Debido a que este tipo de conocimiento tiene carácter especializado entre las familias campesinas y pescadoras, la muestra del registro no puede tomarse del universo ni al azar de poblaciones de las Comunidades Campesinas o de las caletas de pescadores sino de la identificación inicial que se haga de personas dominadoras de este tipo de saber en cada espacio. El método principal de registro de información sobre los indicadores biológicos y ambientales no bióticos de clima se basa en entrevistas personalizadas guiadas por interlocutores locales conocedores de las tradiciones, costumbres y formas de comunicación de las familias campesinas y pescadoras para establecer un diálogo intercultural de registro e interpretación de los conocimientos sólidos y útiles empleados por estos expertos que fueron identificados por reconocidos en sus Comunidades en un contexto de confianza, respeto mutuo y convicción de que lo que expresa es valorado.

 Identificación y caracterización de las zonas de trabajo en las dos zonas ecológicas para el registro de indicadores etnoclimáticos.

 Identificación de los agricultores y pescadores expertos conocedores de indicadores etnoclimáticos en las tres zonas escogidas.

 Estandarización de criterios y método de registro de indicadores etnoclimáticos en Sierra y litoral de Piura.

 Realización de los registros en campo con los agricultores, agricultoras y pescadores.

 Procesamiento de los registros etnoclimáticos y meteorológicos.

 Registro de la evolución de la temperatura superficial del mar a nivel las costas de Sudamérica, actividad de la Corriente de Humboldt, temperaturas del mar de Piura y las variaciones comparadas de los valores de presión del anticiclón del Pacífico Sur

En las subcuencas de las Sierra se entrevistaron a 15 conocedores expertos en el piso altitudinal de los 500 a 1500 msnm, y a 20 en el piso de 1500 a 2500 smnm. En las caletas del litoral de Paita se entrevistó a 16 en la La Tortuga y a 24 en La Islilla.

3. RESULTADOS

En la zona andina.

De entre 10 a 15 especies vegetales expresadas por los agricultores como indicadoras de intensidad de lluvias en el inicio de la campaña agrícola principal (enero/febrero-mayo-junio) evaluadas entre 2006 y 2010 en cuatro pisos altitudinales (500-800; 800 a 1500, 1500 a 2500 y 2500 a 3100 msnm); en los años 2014 y 2015 se seleccionó solo cinco especies a monitorear y en dos pisos ecológicos (500 a 1500 msnm y 1500 a 2500 msnm). Esta selección se basó en la mayor frecuencia de expresión de las especies: el “guabo” (Inga densiflora), “mora” (Rubus sp), “lúcumo” (Pouteria ovobata), “arrayán” (Eugenia myrobalana) “lanche” (Myrcianthes rhopaloides) por los agricultores de las altitudes desde los 500 a los 3000 msnm (Tabla 1). Pero es en el piso altitudinal de los 1500 a 2500 msnm donde los agricultores tienen mayor coincidencia sobre las especies indicadoras (Gráficos 1 y 2). Para los agricultores en el piso de 1500 a 2500 msnm la floración del “guabo” y la “mora” en el mes de agosto les indica que el año será favorable en lluvias para una promisoria campaña agrícola y disponibilidad de pastos para el ganado. Ello se refuerza si se constata floración del “lanche” y fructificación del “guabo” en octubre y del “arrayán” en noviembre (Tablas 2 y 3). Debido a que este año los agricultores han observado alteraciones en el “guabo” y la “mora” que han adelantado su floración en un mes y en tres meses el “lanche”, y de otra parte; la “mora” muestra una fructificación excesivamente temprana (Tabla 2) es que proyectan que serán un año de lluvias copiosas, pero sin llegar a constituirse en un evento de magnitud similar a los NIÑO´s 1983 o 1998 (Tabla 4 y gráfico 3).

En el litoral.

Los pescadores de las Caletas La Islilla y La Tortuga expresaron entre junio y agosto una interesante tendencia de opiniones basadas en sus percepciones de contacto directo con el mar y las especies sensibles a sus cambios de temperatura y corrientes. De la dinámica de estos factores es que depende su economía y la tecnología necesaria para las labores de captura según las especies disponibles.

En junio 2015, el 46% de los pescadores de La Islilla expresaron que la temperatura del mar estaba entre fría y poco fría; mientras el 25% de ellos opinó que la temperatura del mar estaba entre cálida y poco cálida. En la Tortuga sólo el 30% expresó que las aguas estaban frías o poco frías y más del 60% que la temperatura del mar estaba entre caliente y poco cálida. La negación de ocurrencia de EL NIÑO para este año en la Islilla fue de 46% y de 25 % en La Tortutga; mientras que su afirmación en La Islillla fue del 38% y en la Tortuga de 56%. La dirección del viento de sur a norte fue afirmada por el 54% en La Islilla y por el 56% en la Tortuga; y en sentido contrario por el 25% en La Islilla y el 31% en la Tortuga. La pesca de “cachema” (de agua fría) fue calificada de regular por el 63% de pescadores en La Islilla y por el 75% en La Tortuga.

En julio, el 50% de los pescadores de La Islilla expresaron que la temperatura del mar estaba entre fría y poco fría; mientras el 50% de ellos opinó que la temperatura del mar estaba entre cálida y poco cálida. En la Tortuga, el 82% de los pescadores opinaron que la temperatura del mar estaba entre fría y poco fría y el 13% como cálida. La negación de ocurrencia de EL NIÑO para este año en la Islilla subió a 67% y a 81 % en La Tortutga; mientras que su afirmación en La Islillla bajó al 33% y en la Tortuga al 13%. La dirección del viento de sur a norte fue afirmada por el 67% en La Islilla y por el 44% en la Tortuga; y en sentido contrario por el 8% en La Islilla y el 25% en la Tortuga. La pesca de “cachema” fue calificada como regular por el 63% de pescadores en La Islilla y en La Tortuga subió a buena por el 38% y regular por el 63%.

En agosto, el 79% de los pescadores de La Islilla expresaron que la temperatura del mar está fría; mientras el 21% de ellos la calificó como cálida. En la Tortuga, el 69% de los pescadores opinaron que la temperatura del mar está fría y el 31% como cálida. La negación de ocurrencia de EL NIÑO para este año en la Islilla descendió al 54% y a 69 % en La Tortutga; mientras que su afirmación en La Islillla subió a 46% pero en la Tortuga siguió descendiendo hasta el 6%, aumentando la incertidumbre. La dirección del viento de sur a norte fue afirmada por el 75% en La Islilla y por el 81% en la Tortuga; y en sentido contrario por el 8% en La Islilla y el 6% en la Tortuga. La dirección de la corriente marina de sur a norte (Corriente de Humboldt) fue afirmada por el 54% en La Islilla y el 88% en La Tortuga. La pesca de “cachema” fue calificada como buena por el 79% de pescadores en La Islilla y en La Tortuga como buena por el 100%. El 67% de los pescadores de la Islilla califica de especies de agua fría a las capturas que están realizando; mientras que en La Tortuga el 100% de pescadores sostiene que están capturando especies de agua fría. Según los pescadores de La Islilla el “perico” (de aguas cálidas) se encuentra actualmente a una distancia promedio de la costa de 280 millas y de 230 millas para los de La Tortuga.

Esta evolución de las percepciones de los pescadores guarda coherencia con el registro del comportamiento de la Corriente de Humboldt que se puede observar en su activación desde junio que provocó un descenso de temperatura del mar frente a Piura de 23 °C a fin de mayo a 19°C a fin de agosto (Mapas 1 y 2).

ANALISIS DE LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS DESDE LOS SISTEMAS DE SENSORAMIENTO REMOTO

Los registros de sensoramiento remoto realizado por las entidades especializadas vigilancia del sistema de alta presión del Pacífico sur permiten visualizar muestran el progresivo enfriamiento del mar frente a las costas de Piura y del Perú después del arribo de las ondas Kelvín a fin de marzo y que a partir del mes de julio se evidencia la presencia de actividad de la corriente de Humboldt que genera un enfriamiento del mar litoral entre agosto y setiembre (Gráficos 4 y 5) y que en las costas de Piura también se ha manifestado como un enfriamiento de 25°C en la temperatura superficial del mar desde febrero-marzo hasta 19 °C en agosto-setiembre (Gráfico 6). Lo que ha representado o un significativo descenso de seis grados en cuatro meses. El factor decisivo que activa un evento ENOS (EL Niño Oscilación del Sur) es la magnitud y persistencia de la oscilación del anticiclón del Pacífico Sur que determina el enfriamiento del mar peruano a través de la Corriente de Humboldt. Como se observa en el monitoreo que realiza SENAMHI (Gráfico 7) los valores de la oscilación hasta junio fueron los mismos a los registrados en junio del 2014 (1020 hPa) que no hubo evento ENSO; pero para el mes de julio 2015 si se verifica un descenso en 2 hPa pasando a 2018 y en agosto se registra una presión de 2017 hPa en el anticiclón con una unidad menos que lo registrado en 2014 (2018 hPa). Lo que permite observar que la diferencia entre 2014 y 2015 para la oscilación no es altamente significativa, para el mes de agosto que representa un momento crucial debido a que es el momento central del invierno del hemisferio sur que para un evento ENOS intenso el anticiclón debe colapsar para la acumulación de energía y formación continua de vapor que se integre al inicio del verano para desencadenar un proceso de intensas lluvias.

5. CONCLUSIONES

Los agricultores del piso ecológico entre los 1,500 y 2,500 msnm identifican con mayor claridad indicadores asociados a especies arbóreas por el momento en que manifiestan su floración y fructificación en dos momentos definidos del año (julio-agosto y octubre-noviembre).

– Son principalmente tres las especies indicadoras frecuentemente observadas por los conocedores o expertos locales (“guabo”, “mora” y “lanche”) de gran sensibilidad en su floración que cuando guabo y mora están en floración abundante entre los meses de agosto-setiembre y el lanche lo hace en octubre acompañado de la fructificación del guabo seguido de la fructificación del arrayán en noviembre configuran un grupo de señales indicadoras de un periodo lluvioso altamente favorable para los cultivos.

– Las predicciones de años anteriores sobre la intensidad de las lluvias en el periodo crítico agrícola o campaña grande en que producen la mayor cantidad de alimentos no ha estado alejada de los sucesos climáticos que acontecieron.

– Para el 47% de los agricultores del entorno de los páramos los cambios en la expresión de la floración del “guabo” y el “lanche” como de la fructificación de la “mora” les indica que el próximo periodo lluvioso 2016 será copioso (intenso y con plagas) pero no de la magnitud de un NIÑO como del 97-98 y pare el 18% si ocurrirá un evento NIÑO de la magnitud del 97-98.

– Los pescadores artesanales tienen gran sensibilidad de observación de la temperatura y color del mar, dirección de las corrientes marinas y velocidad, dirección de los vientos y su intensidad que influencian la presencia de especies de agua fría o cálida.

– Entre junio y agosto los pescadores observaron Para los pescadores la temporada de pesca julio-agosto ha sido favorable para especies de aguas frías. Una especie indicadora de aguas cálidas es el “perico” que a la fecha se encuentra concentrado a 300 millas del litoral.

– Para el 55% de los pescadores artesanales entrevistados en dos caletas de Paita el siguiente periodo lluvioso NO será de gran magnitud debido al enfriamiento de las aguas desde junio-julio hasta agosto 2015 que se evidencia con la presencia de peces de aguas frías. Esto les indica que seguramente habrán lluvias pero no de gran magnitud del ENOS 97-98.

– La onda Kelvin que alcanzó las costas Piura registró sus máximos valores desde fines de marzo a mediados de abril con valores de 25 °C y de 22 a 21 desde las costas de Lambayeque hasta Lima; mientras que desde la Longitud 80°LO la cota de agua cálida fue de 25°C que avanzó durante el periodo marzo a mayo hasta las latitudes 14° a 12° LS frente a Lima e Ica.

– Los registros de la evolución de la temperatura del mar especialmente por la influencia de la activación de la Corriente de Humboldt a partir de julio provocó un enfriamiento del sistema marino frente a las costas del país que movilizó la cota de agua cálida de 25°C desde la latitud 13°LS frente a Lima-Ica hasta 0.5°LN frente a Quito desde el 27 de julio al 19 de septiembre

7. REFERENCIAS BICLIOGRAFICAS

Claverías, Ricardo. 2004. Conocimientos de los campesinos andinos sobre los predictores climáticos: elementos para su verificación. Centro de Investigación, Educación y Desarrollo (CIED).

Carbonell Camós, Eliseu. 2010. El patrimonio inmaterial marítimo: la Etnoclimatología. Reflexiones en torno a la relación del navegante con la naturaleza. BIBLID [1137-439X (2010), 33; 27-58].

Córdova, H. 1990. Las Formas de Relieve y La Vegetación. En : “El Proyecto de Desarrollo Rural Integral de la Sierra Central del Departamento de Piura” ; 1° parte: El Medio Natural. Cuadernos de Geografía Aplicada. Pontificia Universidad Católica del Perú – Centro de Investigación Geográfica Aplicada, Institut Francais de Recherche Scientifique pour Developpement en Cooperation . Lima; Perú. 117 pp.

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Torres Guevara, Fidel. 2006. Indicadores Biológicos Y Ambientales Abióticos Predictores De Clima En La Subcuenca Yapatera , Distrito De Frias; Ayabaca – Piura. Central Peruana de Servicios – CEPESER. Piura.

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Área Funcional de Sensoramiento Remoto – IMARPE. http://satelite.imarpe.gob.pe/uprsig/sst_prov.html

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Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN). https://www.facebook.com/CIIFEN